miércoles, 30 de julio de 2008

De cuando me toman por gilipollas

Que suele ser muy a menudo. En fin.

Mi portatil se apaga. No deja una nota de despedida ni un simple adiós para que me haga a la idea. Simplemente se aburre de lo que hago y se muere. Por las buenas.
Respiro profundamente y vuelvo a encenderlo, todo ello con una paciencia grandiosa y prodigiosa de la que he sido bendecida. El otro día se me dio por pensar, así como un acto instintivo y espontáneo.

- "Y si se recalienta mucho? O_o"

Me instalo un programa de esos gratis que luego no son gratis y que al finalizar el mes te quieren chupar la cuenta corriente. Y me dice tan fresco que mi procesador está a 103º. Ah, pues muy bien.

Y ahora qué cojones hago? Pues lo primero que me vino a la mente fue en remojarlo un poco con la manguera de la terraza que con eso de que hace tanto calor igual me lo agradecía y todo. Pero vaser que no. Porque luego otra oleada de ingenio me dijo que igual se estropeaba un poquito. Así que le quite la tapita de abajo y limpié con un pincel.

A todo esto, el portatil me dijo que me fuera a tomar por culo, que a ver quien era yo para desnudarlo en la terraza, con los vecinos sacando las cabezas por la ventana en cualquier momento.

Y se volvió a apagar.

Eso no fue todo, porque ese día debía estar en racha mental, y se me dio por ver una página donde si se calentaba mucho el portatil es porque faltaba refrigeración.

- Ahhhhhhhhhhhhhm... pos si que puede ser eso!

Y me compré por internet una base ventiladora.

Llega en 24 horas (lo ponía el martes 22)

Todavía estoy esperando.

En 24 horas lo que me pulieron fue la tarjeta de crédito.

Ayer llamé, y me dicen que mil disculpas y que me lo traían hoy.

Hum... ya.

Ahora mismo estoy disfrutando de una ventilación externa a golpe de viento agitado con un comic de pastas duras.

Mecagüen....

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